INGREDIENTES
(Para 4 personas)
1 l. de leche
2 ramas de vainilla natural
100 gr.de azúcar
100 gr.de maicena
75 gr. de azúcar
12 yemas de huevo
50 gr. de mantequilla
Sobre una tabla de cocina, abrimos por la mitad las vainas de vainilla, ayudándonos con una puntilla y rascándolas para sacar
los granulos: los añadimos sobre la leche, junto con las vainas ya vacías. Ponemos la leche a hervir.
Mezclamos el azúcar y la maicena, lo pasamos por un tamiz para refinarlo y evitar grumos. Lo añadimos a la leche ya hervida
y hervimos de nuevo.
Batimos las yemas con el azúcar, añadimos un poco de la leche hervida y batimos enérgicamente, para que no cuajen las yemas.
Añadimos todo sobre la leche caliente, sin parar de batir, ya que de lo contrario cuajaría el huevo.
Lo movemos sin parar hasta los 85° C. Si no tenemos termómetro, hacemos la prueba de la cuchara de madera: le damos unas vueltas
y a la crema que se queda en la cuchara de madera, le pasamos el dedo (¡cuidado con quemarse!): si queda la marca del dedo,
y está cremosa, sin cuajar el huevo, la colamos rápidamente sobre un bol, dejamos templar y añadimos la mantequilla, para
que quede bien cremosa. Ponemos un papel de plástico y la metemos en la nevera.
RECOMENDACIONES
La mayor preocupación que tenemos que tener en este plato, es que no se nos cuaje el huevo, ya que perderíamos la cremosidad
que adquiere si la trabajamos bien. Hemos de trabajarla a fuego suave, correremos menos riesgo. Podemos darle el aroma que
queramos: naranja, fresa, licores, etc. El papel film o plástico que le ponemos es para que no se nos reseque la capa superior
cuando se enfríe.
ACABADO DEL PLATO
Podemos comerla sola si la ponemos en unos moldes, ya que está riquísima, pero por lo general la solemos utilizar como
base de otras cremas, para rellenos de tartas, hojaldres, etc.
TRUCOS Y CONSEJOS
Si no estáis acostumbrados al calor, mejor no hagáis la prueba de la cuchara de madera. Con esta base de crema pastelera,
podéis probar a darle otros aromas.
|