INGREDIENTES
Harina de almendras: 100 g
Claras: 4
Azúcar impalpable 100g
Ralladura de la piel de un limón: 1 cuchara tamaño té
Esencia de almendra: 1 cucharadita tamaño café
Manteca para los moldes): cantidad necesaria
PARA LA SALSA DE CHOCOLATE
Crema de leche: 250 cm3
Chocolate cobertura: 125 g
PARA ACOMPAÑAR
Quinotos en almíbar: 2 tazas tamaño té, aproximadamente
PARA DECORAR
Baño de cobertura semiaamargo (para los hilos de chocolate): 150 g
Hojitas de menta: cantidad necesaria
Colocar la harina en una placa metálica y llevar a horno precalentado a temperatura moderada para tostarla e intensificar
su aroma y sabor. Retirar y poner en un bol. Reservar.
Batir las claras a punto nieve. Incorporar el azúcar, de a poco, sin dejar de batir, hasta obtener un merengue firme.
Retirar el bol de la batidora. Agregar la harina, de a poco, mezclando con movimientos envolventes y un batidor de
alambre.
Perfumar con la ralladura de la piel de limón y la esencia de almendra. Llenar moldes para budines de 7 cm de ancho x
12 de largo y 3,5 de alto, previamente enmantecados y forrada ¡a base con papel manteca enmantecado.
Llevar a horno precalentado a temperatura moderada por, aproximadamente, 15 minutos. Retirar, dejar entibiar y desmoldar sobre
una rejilla metálica.
SALSA DE CHOCOLATE
Llevar la crema a punto de ebullición. Retirar.
Añadir el chocolate picado y revolver continuamente hasta fundir. Reservar al calor.
Fundir el baño de chocolate semiaamargo a baño María. Ubicar en un cucurucho y cortar la punta. Realizar líneas sobre un papel
manteca o lámina antiadherente colocado sobre un cilindro o palo de amasar con una lámina debajo para realizar los hilos para
decorar.
Quitar el papel o lámina desprendiendo los hilos. Presentar acompañados con quinotos en almíbar y la salsa de chocolate.
Decorar con hilos de chocolate y hojas de menta.
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