un bizcochuelo de 22 cm de diámetro
una taza de azúcar para el almíbar
4 cucharadas de azúcar para la crema
media taza de agua
1/3 taza de oporto o de coñac
1 kilo de frutillas
2 potes de crema de 200 g cada uno
1 disco de merengue de 22 cm.
Corte el bizcochuelo en 3 capas.
Hierva en una cacerolita la taza de azúcar y el agua 10 minutos.
Lave lasa frutillas, y colóquelas en un bol espolvoreadas con 4 cucharadas de azúcar.
Reserve.
Retire el almíbar del fuego y agréguele el oporto o el coñac.
Ponga la base del bizcochuelo en una fuente, con la parte cortada hacia arriba.
Pínchela con tenedor y rocíe o pincele con la mitad del almíbar.
Deje enfriar.
Bata la crema de leche con el resto del azúcar hasta que se haga chantillí.
Unte con la cuarta parte de la crema el disco que está en la fuente y cúbralo con una capa de frutillas escurridas y partidas
al medio.
Distribuya sobre las frutillas unos copitos de crema y pegue el disco central del bizcochuelo.
Rocíe con el resto del almíbar y úntelo con otro cuarto de la crema.
Péguele el disco de merengue.
Unte el merengue con otro cuarto de crema y cubra con otra tanda de frutillas escurridas.
Tape con el último disco de bizcochuelo.
presione la torta para nivelarla y empareje los bordes.
Unte la superficie con el resto de crema y decórela con las frutillas que queden.
Estaciónela en la heladera hasta el momento de servir.
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