6 vainillas
4 bananas
un limón
media taza de bizcochos secos dulces molidos
200 g de dátiles
gajitos de 2 mandarinas
1 frasquito de cerezas al marrasquino escurridas
Corte las vainillas en trozos, como para pincharlos con el tenedor.
Pele las bananas, córtelas en trozos y frótelos con el limón.
Rebócelos con los bizcochos molidos.
Quíteles el carozo a todos los dátiles.
Distribuya en diferentes platitos las vainillas, gajos de mandarinas, bananas, cerezas, mitades de nueces, dátiles, ciruelas
descarozadas, amaretti... y todo lo que se le ocurra.
Corte el chocolate en trocitos pequeños.
Póngalo en una cacerola con la leche.
Revuelva sin parar con cuchara de madera, a fuego suave, hasta que se derrita bien.
Agréguele de a poco la crema hasta incorporarla toda y lograr una salsa lisita.
Al retirarla del fuego déle un toque de Tía María u otro licor.
Vierta la crema en la caquelón, y llévelo a la mesa apoyándola sobre el calentado al mínimo.
Deje a mano la cuchara de madera para revolver de vez en cuando.
Deje que los comensales hagan de las suyas mientras piensa dónde guardó el quitamanchas que seguramente le van a pedir.
Los trozos de banana se rebozan en bizcochos molidos para que el chocolate se adhiera mejor.
Puede agregar a la fondue, quinotos en almíbar, bolitas de mazapán, merenguitos, gajos de manzana, cáscara de naranja abrillantada,
pasas de uva sin semillas.
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