300 g de frutillas bien maduras, firmes y lavadas
6 cucharadas de azúcar
un tercio de taza de jugo de naranja
250 g de crema de leche
200 g de chocolate cobertura oscuro
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Quíteles el cabito a las frutillas (bien lavaditas) y córtelas por la mitad.
Póngalas en un bol y espolvoréelas con 4 cucharadas de agua.
Exprima la naranja y mida tres cuartos de taza de jugo.
Súmelo al bol.
Bata la crema con 2 cucharadas de azúcar a punto chantillí.
Colóquela en una manga con boquilla de picos y estaciónela en la heladera.
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Ponga a derretir el chocolate cobertura al calor de un bañomaría suave.
Reserve.
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En el momento de servir el postre, arme así las copas llénelas hasta la mitad con frutillas y parte de su juguito.
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Sobre las frutillas, en el centro, ponga una bocha de helado de vainilla.
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Con la crema chantillí, haga firuletes primorosos sobre cada porción de helado, como si quisiera camuflarlo.
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Chorree cada copa con un hilito finito de chocolate cobertura, haciendo rayas o una especie de enrejado.
El chocolate cobertura debe derretirse sobre calor suave para evitar que se agrume y endurezca.
Si es en un bañomaría fuera del fuego, mucho mejor.
Una vez derretido el chocolate cobertura, puede agregarle unas gotitas de licor (cointreaux, por ejemplo).
Habrá descubierto una excelente propuesta.
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