leche. 1 LITRO
azúcar. 200 GRAMOS
huevos. 6
coco rallado. 3 CUCHARADAS PANZONAS
esencia de vainilla. 1 CUCHARADITA
Varios
azúcar. 3/4 DE TAZA (PARA ACARAMELAR EL MOLDE)
crema chantillí y alguna frutita roja. PARA DECORAR
flanera. 1, DE 22 CENTIMETROS DE DIAMETRO
Coloque los 3/4 de taza de azúcar en una sartén. Póngala sobre fuego fuerte hasta que el azúcar comience a fundirse. Mezcle
con cuchara de metal hasta que el azúcar se funda. Viértalo en la flanera y, con mucho cuidado para no quemarse, haga rotar
el molde hasta acaramelar todo el interior.
Vierta la leche en una cacerola. Agréguele el azúcar y mezcle. Coloque la cacerola sobre la hornalla encendida y hágala hervir
sobre fuego suave durante 1/2 hora, aproximadamente, o hasta que tome la densidad de un almíbar livianito y de color cremita
claro (¡usted me entiende...!). Reserve.
Casque los huevos y separe las yemas de las claras como usted sabe. Reserve las claras para otra preparación. Tamice las yemas
en un bol y mézclelas continuamente con batidor o con cuchara de madera, mientras les va incorporando de a poco el almíbar
de leche que hicimos en el paso 2.
Agregue a la mezcla las tres cucharadas de coco rallado y mezcle con el batidor hasta incorporarlo bien. Perfume con esencia
de vainilla y vierta en la budinera acaramelada. Prepare una cacerola que pueda ir al horno (o una tortera), más grande que
la budinera, y póngale un poco de agua.
Coloque la budinera a bañomaría. Cocine el flan en el horno, aproximadamente 1 hora (o hasta que, al clavarle una brochette,
salga sin adherencias). Cuando esté listo, retírelo y déjelo enfriar muy bien. Desmolde en una fuente y adórnelo con crema
chantillí y alguna frutita roja... o verde, o naranja.
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