limones gordos. 4
azúcar. 180 GRAMOS
manteca. 100 GRAMOS
gelatina en polvo sin sabor. 1 CUCHARADITA
agua fría. 2 CUCHARADAS
yemas. 4
ralladadura de 1 limón
claras. 4 (BATIDAS A NIEVE)
Varios
cascarita de limón abrillantada o filigrana de caramelo. PARA ADORNAR LAS COPAS.
Ponga en una cacerolita el jugo de limón (previamente colado para que las semillas no dejen gustito amargo), los 180 gramos
de azúcar y los 100 gramos de manteca. Revuelva continuamente sobre el fuego, utilizando una cuchara de madera, hasta que
la manteca se derrita (¡que no se le queme!). Logrado el objetivo, retire y reserve.
Mientras la manteca incorporada se derrite en el recipiente, remoje aparte la gelatina en las dos cucharadas de agua fría.
Colóquela en un bol resistente al calor y disuélvala a bañomaría, hasta que la mezcla se ponga transparente. Agregue la gelatina
a la preparación anterior mientras está caliente. Mezcle con cuchara de madera hasta integrar bien.
Casque los huevos y separe como usted sabe las claras de las yemas. Bata las yemas (colóquelas de a una por vez) en un bol
y agrégueles de a poco la mezcla que hicimos en el paso anterior. Mientras, simultáneamente, vaya batiendo la preparación
para airearla bien, pero esta vez utilice un batidor de alambre. ¿Listo? Ahora sígame los pasos...
Ponga las claras en un bol bien limpito (éste es el secreto para que el batido a nieve sea impecable). Bátalas a punto de
nieve bien firme. Vuelque las claras batidas sobre la preparación anterior (o a la inversa, si prefiere) y mezcle otra vez
con el batidor de alambre: hágalo con movimientos suaves y envolventes para airear el batido y lograrlo cremoso.
Vierta la mezcla preparada en un molde de capacidad apropiada. Llévela al freezer hasta que se solidifique. Retírela, desmóldela,
córtela en trozos y procésela hasta lograr una crema. Vuelva a ponerla en el molde y en el freezer hasta que tome consistencia
para armar las copas. Adorne cada porción con una filigrana de caramelo o cascaritas abrillantadas.
|